La ciberresiliencia es un concepto clave para que las empresas chilenas enfrenten y se recuperen de ataques cibernéticos cada vez más sofisticados. Conoce cómo este enfoque fortalece la continuidad operativa y la seguridad, a través de la columna Cristian MIranda, Director Tecnológico de la empresa NUVO y miembro de la Mesa de Ciberseguridad Chiletec.
En un entorno digital cada vez más desafiante, donde las amenazas cibernéticas evolucionan a una velocidad sin precedentes, las empresas chilenas se encuentran en una encrucijada: adaptarse o quedar vulnerables. En este contexto, la ciberresiliencia se alza como un concepto esencial para garantizar no solo la seguridad, sino también la supervivencia empresarial.
La ciberresiliencia se define como la capacidad de una organización para anticipar, resistir, recuperarse y evolucionar frente a las ciberamenazas. No se trata sólo de implementar herramientas de ciberseguridad, sino de integrar un enfoque holístico que abarque la continuidad operativa, la gestión de riesgos y la adaptabilidad ante incidentes imprevistos.
Los elementos clave que componen la ciberresiliencia, en términos de herramientas a implementar, incluyen:
- Sistemas de backup automatizados: Garantizan que todos los datos críticos estén respaldados de manera segura y se puedan restaurar rápidamente en caso de un ataque.
- Equipos de respuesta rápida: Especialistas dedicados que pueden responder de inmediato a incidentes de ciberseguridad, minimizando el daño y restaurando la operación normal lo antes posible.
- Monitorización continua: Herramientas que permiten la detección y el análisis de amenazas en tiempo real, proporcionando alertas tempranas sobre posibles vulnerabilidades.
- Planes de continuidad operativa: Estrategias documentadas que aseguran que la organización pueda continuar operando, incluso en situaciones adversas, como un ciberataque.
- Capacitación del personal: Programas de formación y simulacros regulares que preparan a los empleados para reconocer y responder a amenazas cibernéticas.
- Segmentación de redes: Separación de redes internas para limitar la propagación de amenazas en caso de una intrusión.
- Implementación de software de seguridad avanzado: Herramientas como firewalls de próxima generación, sistemas de detección y prevención de intrusos (IDS/IPS), y soluciones de inteligencia de amenazas.
- Gestión de parches y actualizaciones: Asegurar que todo el software y los sistemas estén actualizados con los últimos parches de seguridad para proteger contra vulnerabilidades conocidas.
- Evaluaciones regulares de riesgos: Auditorías de seguridad y evaluaciones de riesgos que identifican áreas de mejora y aseguran que las estrategias de ciberresiliencia estén alineadas con las amenazas actuales.
Según el “Global Cybersecurity Outlook 2023” del Foro Económico Mundial, elaborado en colaboración con Accenture, las organizaciones que implementan estrategias sólidas de ciberresiliencia tienen un 60% más de probabilidades de recuperarse rápidamente de un ciberataque. Este informe destaca la creciente importancia de la ciberresiliencia en un entorno donde las amenazas se vuelven cada vez más sofisticadas y frecuentes (Foro Económico Mundial, 2023).
En Chile, sectores críticos como el financiero, las telecomunicaciones y el comercio electrónico están liderando la implementación de estrategias de ciberresiliencia. Ejemplos como la adopción de sistemas de backup automatizados, la creación de equipos de respuesta rápida ante incidentes, y la inversión en tecnologías avanzadas de detección y prevención, son solo algunas de las medidas que están marcando la diferencia.
Sin embargo, la ciberresiliencia no es una tarea que recaiga únicamente en el departamento de TI. Es fundamental que toda la organización, desde la alta gerencia hasta cada uno de los empleados, comprenda su rol en la protección de la información y la continuidad del negocio. La capacitación constante y la simulación de ataques son prácticas que están ganando terreno, preparando a las empresas para enfrentar cualquier eventualidad.
Un ejemplo destacado de ciberresiliencia en América Latina es el caso del sector bancario en Brasil. En 2020, cuando un grupo de hackers lanzó un ataque masivo de ransomware contra una de las principales instituciones financieras del país, la entidad pudo mitigar los efectos del ataque gracias a su robusta estrategia de ciberresiliencia. Esta incluía sistemas avanzados de respaldo de datos, un equipo de respuesta rápida y un protocolo de comunicación eficaz con los clientes. Como resultado, la interrupción fue mínima y la confianza de los usuarios se mantuvo intacta. Este caso ha servido como modelo para otras instituciones en la región, demostrando la importancia de estar preparados ante ciberamenazas cada vez más sofisticadas.
En resumen, adoptar el concepto de ciberresiliencia en las empresas significa no solo protegerla de las amenazas actuales, sino que también les permite evolucionar y adaptarse en un mundo digital en constante cambio. Invertir en herramientas enfocadas hacia la ciberresiliencia es, sin duda, una inversión en el futuro y la estabilidad del negocio.
Cristian MIranda
Director Tecnológico de la empresa NUVO y miembro de la Mesa de Ciberseguridad Chiletec
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